Carta de Estela Romero: Salida Final

 

Publicado: 03/31/2021

Queridos amigos,

La más grande de las tres colonias de Mariposas Monarca que hibernan en el centro de México en el sitio tradicional de “El Rosario” de Noviembre a mediados de Febrero, para luego bajar a la localidad de “La Salud”, Ejido Angangueo por el último mes y medio, ha finalizado ahora su partida cuyos momentos máximos de salida masiva y gradual tuvo lugar durante toda la semana pasada para terminar finalmente éste Domingo pasado, 28 de Marzo durante las primeras horas de la mañana, y de la cual el único rastro fueron una cuantas mariposas solitarias volando sobre la punta de los árboles de Oyamel ese mismo atardecer.

Camino al Santuario, podían apreciarse los últimos carros de visitantes regresando de visitar lo que quedó de la espectacular colonia.  Los niños de la localidad sonreían por todos lados al orgullo de haber sido la atracción turística durante todo un mes.  La sociedad local de la comunidad de “La Salud” se turnaron siendo vendedores, caballerangos y guías de turistas. 

Eduardo de 12 años, nacido en la localidad y quien cursa el sexto año de la primaria del lugar, dejaba ver cierta tristeza por la temporada que se cierra.  “Las Monarca ya se han ido pero los turistas piden subir al menos para ver el sitio donde hibernaron las últimas semanas;  Los llevo por el sendero donde mejor puede observarse cómo lucen muertas en el suelo por todos lados.   Es impresionante lo seco que ha sido ésta temporada;  mamá, papá y mis abuelos están muy preocupados de que sólo hemos tenido unas cuantas gotas de lluvia hace días después de seis meses sin lluvia, al menos para poder tirar la semilla en nuestras parcelas”.

“Vean, éstas son las únicas pocas mariposas que andan volando en le cielo;  el resto todas están muertas por todos lados en el suelo”, -murmuró Eduardo con voz baja y mas bien triste-.

Podía observarse como la Monarcas, víctimas de sus depredadores tenían sus alas rotas, abdómenes y cabezas resecos ó pinchados o de plano ni abdomen ya en ellas.  Era raro escuchar el ruido de una mariposa herida ó débil luchando en el suelo por sobrevivir.

Parece haber muchas más machos que hembras muertas en el suelo”, -Comentó Eduardo-.

Por todos lados, el bosque de Oyamel de “La Salud”se ve totalmente vacío;  las puntas en cruz de las ramas las orquillas de los Oyameles lucen radiantemente verdes, pero más bien desnudas.

Paz y un silencio espiritual inundaban tanto el llano como el bosque invitando a la meditación y la profunda gratitud. 

Eduardo, mamá Araceli, y “Pinta” se despidieron de la temporada: “Estamos muy contentos y orgullosos de que el cuidado que ponemos en nuestro monte de Oyamel lo haya convertido en un lugar para que ellas se refresquen y permanezcan aquí antes de su partida final. 

Habían pasado tan solo unas horas de que la última parte de colonia de Monarcas más poblada que hiberna en el centro de México habrían comenzado su largo viaje al Norte con vientos favorables de moderados a fuertes soplando de sur a norte esa tarde de Domingo.

Se habían perdido ya en el horizonte.  El mirador a lo alto dominando la brumosa vista al pueblo de Angangueo abajo, el cielo nublado prometiendo lluvia y la borrosa puesta de sol hacia el lejano oeste nos envolvió con su belleza, murmurándonos sutilmente que ellas habrán de volver siempre a casa. 

 

Estela Romero

Angangueo, Michoacán, México.

 

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