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Berenices y La Vida en el Rancho |
Mi nombre es Berenices Espinoza Garcia y estoy en el quinto grado en la escuela de San Cristóbal cerca al Santuario de Mariposas Monarcas El Rosario en Michoacan, Mexico. Mi escuela está participando en el programa de Journey North y acabamos de recibir las Mariposas Simbólicas de los estudiantes en el Norte. Yo vivo con mis abuelos y otros cinco hermanos en el rancho arriba en las montañas. Me encanta vivir aquí y jugar con todos mis animales- tengo ovejas, perritos, gatos, gallinas, cerditos, pavos y dos periquitos que viven en la veranda afuera de mi casa. Mi madre esta lejos trabajando y mi padre trabaja en los Estados Unidos, entonces mis abuelos son muy cercanos a mi. Mi abuela y mi abuelo son unos de los pocos que quedan que pueden todavia hablar en idioma indigeno ancestral de Otomi. Esto es muy raro en estos dias, desde que este lenguage empezó a ser reemplazado por el español hace casi 500 años atrás. Mi abuelo tiene 69 años de edad, pero todavia hace todo el mismo trabajo que ha hecho desde que el era un niño pequeño. Asi como mi bis abuelo quien fue el primero en vivir en este rancho, mi abuelo trabaja la tierra con un caballo y una caña de timón para cosechar el maiz y trigo que cultivamos. Todos le ayudamos — mis hermanos y hermanas y yo — porque nosotros dependemos en esa cosecha para hacer nuestras tortillas y pan. Nuestra prioridad principal en mi familia es asugurarnos que los cultivos sean cosechados, y esto significa que aveces todos tenemos que dejar de ir a la escuela para ayudar. Mi hermano mayor y mis hermanas dejaron de ir a la escuela despues del sexto grado para que así puedan ayudar a mis abuelos. Yo todavía voy a la escuela, pero también tengo que hacer mis tareas domésticas también. Me levanto temprano en la mañana y voy al molino para traer maiz para las tortillas de hoy. Después ayudo en la casa con los trastes y cuidando a los animales. Tengo suerte que mi escuela es de turnos y yo no tengo que estar ahí hasta el mediodía para el turno de la tarde. Cuando llego a mi casa, como a las 6 de la tarde, hago mas tareas. Mi responsabilidad favorita es ayudar a mi abuela a hacer su pan especial. Mi abuela es famosa en los pueblos cercanos a nuestro rancho por el pan maravilloso que prepara y vende. Su Pan Hecho del Rancho está hecho de la misma receta tradicional que nuestros antepasados han utilizado por cientos de años. Cuando mi abuela hace pan, ella se arrodilla descalza en el piso y amasa la masa. Algunas personas preguntan por qué no se para o se sienta en una silla, para que esté mas cómoda. Pero ella les dice que sus antepasados siempre lo han amasado de esa manera y ella no piensa hacer su pan de otra manera. Una vez que la masa ha sido amasada y cortada en trozos, las ponemos en bandejas y las cargamos afuera en el bosque atrás de mi casa. Allí está el horno antiguo que utilizamos para hornear el pan - es mas rápido y mas caliente que los hornos modernos aunque tenga casi 200 años. Para hacer el pan, mi abuelo empieza por limpiar las cenizas dentro del horno. El lo hace con una herramienta que él mismo la ha hecho de ramas de pino y tallando un palo. Siguiente, el pone las bandejas de pan en una paleta de madera y mete el pan adentro del horno. Cerramos la puerta con ladrillos y esperamos como 15 minutos - Ya está listo para comer. El pan de mi abuela es mejor cuando recién sale del horno - yo lo como tan pronto cuando se enfrian suficientemente para no quemarme la boca! Después que hemos horneado todo el pan que mi abuela venderá al siguiente dia, mi familia y yo vamos a la choza al costado de nuestra casa donde comemos una merienda. Esta comida es antes de irse a la cama y es común en Mexico y es mi hora favorita del dia. En esta choza, mi abuela hace tortillas en una cocina de piedra. Primero, ella muele dientes enteros de maiz con una piedra amasadora. Ella le agrega agua al maiz hasta que se convierte en una masa mojada. Siguiente, ella lo coloca sobre una estufa de piedra calentada por leña. Después que todos hemos comido, ella pone dos tortillas gruesas en la estufa para mis perros, quienes esperan afuera para su cena. Cuando todos estamos llenos y hemos terminado de hablar, mis hermanos, hermanas y yo regresamos a la casa a dormir. Mis abuelos se quedan cerca al horno de piedra - y duermen en el piso. Todos dormimos profundamente, cansados y felices de un dia largo de trabajo! |