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Es lunes a las 9:01 de la mañana. Tras cada callecita, en todas las esquinas y en todos los mostradores de las tiendas encuentras compradores y vendedores cerca y lejos. Ellos han dejado un día entero para intercambiar productos por pesos. Muchas de las delicias que encuentras en el tiangis (un mercado comunitario, que usualmente se lleva a cabo en un día de la semana designado todas las semanas) pueden ser vistas al caminar por las calles y entre los vendedores de Angangueo. Los vendedores han viajado tanto como tres horas para venir y vender sus productos. Andale! De frescos comestibles crecidos en casa y deliciosos dulces a artículos del hogar, el mercado está lleno de color y una amplia variedad de productos. Al fin del día, únase al desfile de cientos de campesinos que regresan a sus hogares en las montañas vecinas, viajando a pie y en burro, cargados de los tesoros del día. Guiando la manada son jóvenes y energéticos usualmente niños corriendo subiendo la ladera del cerro con sus burros, seguidos por niñas caminando y hablando con sus amigas. De ahí vienen los hombres, usualmente cargando la carga pesada. Mucho después vienen las madres con sus hijos pequeños. Y, al final del camino, vienen los ancianos quienes están cansados pero contentos de continuar la tradición semanal del viaje al pueblo. |