Carta de Estela Romero: La Cuenta Regresiva

 

Publicado: 03/24/2021

Queridos amigos,

La última parte importante de la colonia más larga de mariposas que ha hibernado tradicionalmente en el Ejido de “El Rosario” durante casi toda la temporada hasta finales de Febrero, continúa exactamente al otro lado de los linderos de este, en su misma área de árboles de Oyamel por cuarta semana consecutiva, -como lo hemos estado comentando-, en la comunidad de “La Salud”, Ejido Angangueo.

La salida masiva ha estado sucediendo por semanas, ora lenta, ora aún más lenta a casi hacer pausa, pero luego presentando desbandadas espectaculares desplegando verdaderos desfiles de cientos y cientos de Monarcas minutos si, minutos no, cada cuantos días provenientes de los núcleos de Oyamel de “La Salud” y cuesta abajo hacia el pueblo de Angangueo, volando mayormente a lo largo del lecho y cañon del río localmente conocido como “La Salud-El Tigre-Carrillos” que cruza el pueblo de Este a Oeste, y en el que encuentran, aquí una buena sombra, allá una débil corriente de agua, pero agua al fin.

Las mariposas avanzan hacia su partida final bajo temperaturas de 26 grados centígrados, ríos y riachuelos casi secos y con vientos de suaves a moderados que soplan mayormente de sur a norte y de oeste a norte, -en el sentido de su propia dirección-.

Arriba en el monte, la colonia presenta un cambio evidente en su distribución.  Los grandes y nutridos racimos observados hasta hace un semana, se han reducido ahora a tan solo unos cuantos y el resto de la población se observa como una inmensidad de brillantes puntos naranja que cubren los hermosos árboles de Oyamel, dejando algunos totalmente descubiertos y verdes de todo a todo sin siquiera un puñado de mariposas en ellos.

Ahora, la mortandad alcanza niveles considerables.  Mariposas muertas por todo el suelo se rodean de abundantes alas sueltas por todos lados también, signo indudable de actividad y depredadores y roedores de campo. 

Lo mejor de todo: El apareamiento es extraordinario!.

La semana pasada comentamos que había que ser cuidadosos con cada paso al caminar.  Hoy, solo se puede caminar de puntas!.  Después de todo, ellas están en casa, en su bosque, su espacio, su tiempo, su libertad.  Fe n o m e n a l .  Los humanos somos tan fáciles de alejarnos totalmente de la naturaleza, del verdadero milagro de su perfección…

Ustedes, amigos del Norte, deben estar felices de ver llegar de regreso a casa a las fatigadas Monarcas Matusalén.  Nosotros en el sur, permanecemos contemplando, sabiendo que la cuenta regresiva está por terminar y que una sentida despedida llena de agradecimiento, flota ahora en el aire que respiramos día con día.

Ha sido una temporada diferente, muy buena.

Estela Romero

Angangueo, Michoacán, México.

 

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